Para que el virus gripal pueda propagarse fácilmente entre los seres humanos, tiene que humanizarse, es decir, que "pueda fijarse cómodamente en sus vías respiratorias superiores y multiplicarse de forma eficaz en el organismo para después ser capaz de extraerse", fase de la que se conocen muy pocas cosas, explicó la viróloga Sylvie van der Werf (Instituto Pasteur, París).
El patrimonio genético de estos virus está formado por "ocho segmentos o trozos que pueden ser cambiados como si barajáramos un juego de cartas". Lo que permite múltiples combinaciones y, después de años, se generan virus de orígenes diversos, señaló la científica.
Esquemáticamente, la particularidad de este virus A/H1N1 es que contiene una combinación inédita procedente de cuatro virus distintos, originarios de tres especies diferentes (porcina -dos virus-, aviaria y humana), según el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, en inglés). Una mezcla de este tipo nunca se había detectado hasta ahora, afirmó Anne Schuchat del CDC.
El virólogo británico John Oxford (Londres) quiso ser optimista. Para él, "si no hemos visto este virus, hemos estado expuestos a otros miembros de la familia H1N1, desde 1978". Habría un poco de memoria inmunitaria contra este agente entre los seres humanos, al contrario del virus aviario H5N1 totalmente nuevo para el organismo, según este especialista. El origen del virus de esta gripe norteamericana que provocó la alarma mundial es incierto.
Otra incógnita: ¿por qué el virus sólo causó muertes en México? Según los expertos, una de las posibilidades es que el virus fuera más violento en su brote, hace más de un mes en México, y que evolucionó hacia una forma menos agresiva.
"No tenemos información sobre cómo funciona, cómo se transmite", reconoció el martes el portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Gregory Hartl.
No se conoce tampoco la gravedad de la enfermedad (cuántos pacientes poco afectados hay respecto a los casos más graves), ni el historial médico de las víctimas. El indispensable desarrollo del estudio de detección específica, basado en la técnica de amplificación genética llamada PCR podría tardar una semana, según científicos de Ong Kong. Los análisis PCR permitirían identificar el virus en pocas horas, destacó Van der Werf.
Los datos del virus son compartidos y su secuencia genética enviada a un banco de datos público, explicó el martes el profesor Agnus Nicolle, del Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC). Para establecer un diagnóstico, los científicos pueden comparar los virus aislados en el laboratorio. Los intercambios de cepas del virus entre laboratorios son necesarios para poder desarrollar una vacuna.
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