Bajo una lluvia fina pero persistente, cientos de alumnos llegaron hacia las ocho de la mañana a este instituto del barrio de Queens, en el este de Nueva York. La mayoría llegaron en autobuses de la escuela, pero otros fueron en automóvil con sus padres.
A la entrada, los adolescentes fueron recibidos por el director, el hermano franciscano Leonard Conway. "Es bueno volverlos a verlos, la situación ha vuelto a la normalidad, se terminaron las vacaciones", les dijo.
"Mi hija tuvo una gripe ligera, estoy contento de que se haya curado y que se reanuden las clases", dijo a la prensa Malcolm Smith, un legislador demócrata del barrio de Queens en el Senado estatal de Nueva York.
Ivi Buchelli tiene 16 años y también tuvo una gripe porcina muy leve. "Estoy curada y feliz de volver a encontrarme con mis amigos", dijo.
"Sobre 73 casos confirmados y 6 más probables detectados en la ciudad, la mayoría provienen de esta escuela, y suponemos que hay otros casos de infección, todos con síntomas leves", dijo por su parte el alcalde Michael Bloomberg. "Hemos suspendido los tests sistemáticos", agregó.
"La situación en esta escuela es un modelo de referencia para nosotros, estamos analizando todos los hechos y los datos nuevos", agregó.
Mientras que otras escuelas siguen cerrando en todo el país cuando aparecen casos sospechosos, San Francisco, cuyas clases estaban suspendidas desde el 24 de abril, presentó un plan de recuperación de cursos y postergó a principios de junio los exámenes previstos para finales de mayo.
Interrogado sobre los riesgos de una segunda ola en otoño, Thomas Frieden, responsable de los servicios sanitarios de la ciudad, destacó que era fundamental seguir intercambiando informaciones y monitorizando la situación.
"Se realizaron estudios, la web de la escuela recibió testimonios de los estudiantes enfermos y hasta el momento no pasó nada grave, pero hay que mantenerse alerta", dijo Frieden, antes de recordar los principios de higiene elemental para evitar la transmisión del virus: cubrirse la boca al toser y lavarse las manos con frecuencia, no compartir alimentos ni bebidas.
Algunos alumnos llegaron con frasquitos de desinfectante para las manos en sus mochilas, pero ninguno tenía mascarillas y la mayoría se reían y se sacaban fotos con el alcalde con sus teléfonos móviles.
"Yo juego al fútbol pero son los mayores quienes fueron a México, y sólo seis de ellos enfermaron", dijo Dany Carrion, de 17 años. "La escuela fue completamente desinfectada, qué bueno volver a encontrarse con los amigos", agregó.
El director recomendó a todo aquel que sienta síntomas de gripe no regresar a la escuela, sino esperar al menos dos días tras la desaparición de los mismos antes de volver a salir.
"El aire de la escuela se ha renovado por completo y el departamento de Salud confirma que el virus sólo se transmite de persona a persona", concluyó.
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